Desde nuestros orígenes las personas emprendemos proyectos o nos afiliamos a un grupo o empresa por diversas razones, en algunos casos creencias, en otros necesidades, respuestas a situaciones dolorosas y seguro existen muchos más motivos que podríamos listar. Actualmente estamos viviendo una situación particular en el empleo con las nuevas generaciones y especialmente después de la pandemia, donde muchas personas no quieren ni siquiera participar de un espacio de trabajo parecido a una oficina o ambiente laboral; muchos prefieren un trabajo remoto. Esto sin duda representa un reto enorme para el #liderazgo , el trabajo en equipo y la consolidación de la cultura organizacional.
Independientemente de estos factores y como líderes es importante que continuamente nos preguntemos:
- Por qué alguien quisiera estar en mi empresa o equipo de trabajo?
- Por qué alguien quisiera trabajar con nosotros o hacer parte de mi equipo?
- Qué hace especial a nuestra empresa de nuestros competidores?
- Por qué nuestro liderazgo es diferente?
- Cuál es nuestra estructura de valores? si la vivimos al 100% y la reflejamos en nuestro actuar?
- Cuál es el programa de beneficios que nuestra empresa ofrece a los colaboradores?
- Las personas ven que continuamente estoy creciendo y progresando? Podrían decir que estoy evolucionando?
Es bien sabido que el talento es muy apetecido y se paga bien por él, existen muchos cazatalentos, reclutadores en el mercado y la rotación laboral es alta en unos sectores más que en otros, en el caso de la tecnología es un fenómeno constante. Además las personas talentosas buscan espacios que propicien su crecimiento y desarrollo tanto personal como profesional.
Por esto es muy importante ser conscientes que no solo se trata de dinero o condiciones materiales, más bien de un balance donde factores como lo retador de un proyecto, el crecimiento, la autonomía, el nivel de responsabilidad, la exposición, el ambiente laboral, la cultura empresarial, el propósito de la empresa y en especial el tipo de liderazgo pueden crear el ambiente perfecto y balanceado que permita que las personas se desarrollen, crezcan tanto profesional como personalmente y que los equipos de alto desempeño surjan y se consoliden llevando las empresas a otros niveles de progresos y sostenibilidad.
Un buen líder generalmente se pondrá en los zapatos de sus colaboradores e intentará desde esta perspectiva, responder muchas de estas preguntas, inclusive creará espacios de diálogo donde exista la retroalimentación y las conversaciones constructivas que aportarán al crecimiento del líder y todo el equipo de trabajo.
Los invito a atreverse a pararnos en los zapatos de nuestros compañeros de equipo de trabajo y colaboradores, a preguntarnos y a cuestionar la clase de líderes que somos.
Y como lo dijo Rosalynn Carter:
“Un buen líder lleva a su gente donde quieren ir. Un gran líder lleva a su gente a donde no necesariamente quieren ir, pero deberían estar.”